La plastilina es muy divertida. A los niños les encanta jugar con ella ya que pueden dejar volar su imaginación y crear miles de figuras. En Material Escolar disponemos de una gran variedad de plastilinas de todos los colores para que los niños se lo pasen en grande. Sin embargo, cuando dejamos de usarla durante algún tiempo, es probable que la plastilina se seque y ya no sea tan fácil crear formas con ella.
El endurecimiento de la plastilina puede verse acelerado por factores como un mal almacenamiento. Y es que no es raro que al guardar la plastilina no lo hagamos correctamente y al final acabe secándose por la exposición al aire. Con el tiempo, los aceites que componen la plastilina acaban por evaporarse, haciendo que la plastilina se vuelva quebradiza, seca y difícil de trabajar.
Si te has encontrado en esta situación alguna vez, te recomendamos que sigas estas instrucciones para recuperar la plastilina y que vuelva a estar como nueva:
- En primer lugar comenzamos rompiendo la plastilina en trozos más o menos pequeños, que te quepan en el puño. Esto facilitará su posterior manejo.
- Después tendremos que amasar cada una de las piezas en una superficie plana y extenderla con un rodillo o similar para que podamos trabajar con ella.
- Aplicamos un poco de vaselina en la superficie de cada pieza plana de plastilina y las colocamos una encima de otras. Puedes poner hasta 3 capas a la vez de esta forma. Una vez que las hayas agrupado de esta manera, es momento de enrollar estas capas en forma de tubo.
- Golpea y amasa cada uno de estos tubos con el puño o la palma de la mano para ablandarlos. Es recomendable ir aplastándola por todas partes para que sea más homogéneo. Lo importante es que las capas se incrusten unas en otras de forma definitiva, cualquiera que sea el método que empleemos. De esta manera habrá que repetir esta acción hasta que la vaselina haya impregnado bien toda la plastilina.
- ¡Listo! Si has seguido todos los pasos, tu plastilina volverá a estar blanda y perfectamente moldeable para que tus hijos puedan divertirse creando miles de formas y figuras.
Eso sí, a partir de ahora asegúrate de guardar bien tu plastilina en envases herméticos que impidan que entre el aire y lo reseque. Para ello podrás utilizar los propios botes que vienen con algunas marcas de plastilina, siempre asegurándose de que están bien cerrados, tuppers o, incluso, bolsas de congelados con cierre.
Y tú, ¿tienes algún truco para impedir que la plastilina se reseque?