Las pizarras vileda, o pizarras blancas, son un elemento esencial para el día a día de nuestros hijos por muchas razones. Su superficie permite que cualquier pueda pintar con rotuladores especialmente que se pueden borrar muy fácilmente. De esta forma, podremos escribir una y otra vez sin ningún problema.
Así, las pizarras vileda o blancas pueden utilizarse con multitud de fines, desde educativos hasta de entretenimiento. De esta forma, una pizarra blanca puede convertirse en el mejor lienzo para tus hijos. Al contrario de lo que ocurre con las pizarras clásicas, en los que necesitas tizas que suelen producir mucha más suciedad como consecuencia del polvo que sueltan, las pizarras vileda necesitan rotuladores. Los rotuladores son medios mucho más limpios para escribir y dibujar y, además, cuentan con una amplia gama de colores para que tus hijos dejen volar su imaginación y creen autenticas obras de arte.
Con ello, los más pequeños se divertirán dibujando una y otra vez, borrando aquello que no les guste o que quieran repetir con un borrador, y tú no te tendrás que preocuparte de limpiar todo después de que hayan terminado. De esta manera, se convierte en una actividad limpia, fácil, sencilla pero, sobre todo, muy divertida.
Sin embargo también puede dárseles un uso más didáctico. Una pizarra puede ser un buen espacio en el que repasar lo estudiado, transformándose en un importante medio de apoyo para aprender diferentes materias. Por ejemplo, las pizarras vileda pueden ser excelentes para practicar operaciones matemáticas, ya que en caso de error se puede borrar fácilmente y tú podrás ver cómo lo hace tu hijo y ayudarle en caso necesario. Incluso para explicar ciertas cuestiones, la pizarra puede ser un elemento visual muy útil con el que el niño comprenderá mejor lo explicado.
Asimismo, la pizarra vileda permite realizar dibujos y esquemas, ya que supone un apoyo grafico con el que los niños verán más claro cualquier materia a través de dibujos ilustrativos. Podemos encontrar un buen ejemplo para clases de biología o anatomía, en las que necesitaremos aprender cuales son las diferentes partes del cuerpo humano o de un animal. Con un dibujo en la pizarra, el niño podrá aprender a identificar cada una de ellas y aprenderlas de una forma mucho más visual.
De esta forma, podemos llegar a la conclusión de que una pizarra vileda es un elemento más dentro del material escolar imprescindible para nuestros hijos durante todo su desarrollo educativo.