
El papel parece un material tan usual en nuestras vidas que, en muchas ocasiones, no nos damos cuenta de su valor y lo útil que es en nuestro día a día. Desde que nos levantamos por la mañana, en el trabajo o en casa, el papel está siempre ahí en su infinidad de formas.
Sin embargo, el tipo de papel que nos ocupa ahora es el papel para escribir y los papeles de impresión. Bajo estas dos denominaciones podemos agrupar clases de papel muy diferentes entre sí, de acuerdo a su composición fibrosa, el gramaje, el tratamiento superficial o su acabado. Sin embargo, todos ellos tienen una característica común: todos estos papeles deben ser aptos para ser sometidos a un proceso de escritura o impresión, cualquiera que sea el método o procedimiento seleccionado, y deben proporcionar una reproducción óptima y sin defectos.
En cuanto al color, normalmente, el papel para escribir e imprimir suele ser blanco. No obstante, podemos encontrar otras tonalidades. Para la impresión de libros podemos encontrar papeles en tonos crema o marfil. Igualmente, en papelerías y tiendas especializadas también encontramos papel para escribir y dibujar de colores. La gama de colores empleados es muy amplia, desde tonalidades pastel hasta colores vivos y brillantes. Estos suelen utilizarse para manualidades, aunque son muchos los estudiantes que deciden optar por los folios de colores para diferenciar sus apuntes.
El papel más común, el que solemos utilizar en casa es el papel multifunción. Se trata de un tipo de folios que nos sirven tanto para escribir como para imprimir sobre ellos. Podríamos decir que es el típico folio en blanco de toda la vida. Sin embargo, dependiendo del uso que le vayamos a dar, podemos elegir papeles con diferentes características. De esta forma, encontramos distintos tipos de gramaje, desde 75 hasta 350 g/m2. El gramaje, que se relaciona directamente con el grosor de la hoja, nos otorgará un papel más resistente o menos, de acuerdo al tipo de papel que necesitemos.
Asimismo, encontramos diferentes tamaños. Lo más usual es el papel para escribir en tamaño DIN A4, sin embargo, hay otros formatos como el DIN A3 o el DIN A5 que son también usados con frecuencia para determinados proyectos.
Por su parte, encontramos también papel para escribir con diferentes acabados: brillo, liso, mate o satinado. Este acabado también dependerá del tipo de uso que vayamos a darle al papel, aunque lo más usual en el papel para escribir es el acabado liso.
Lo cierto es que existen infinidad de tipos de papel, por lo que la elección del papel más acertado depende directamente del uso que le demos.