
Especialmente cuando los niños se encuentran en cursos más avanzados, vemos como sus mochilas se llenan de cientos y cientos de hojas de apuntes, ejercicios, fotocopias, etc. Para evitar su deterioro y tenerlos bien organizados para que los pequeños puedan acceder a los mismos de forma fácil y sencilla y puedan usarlos siempre que lo necesiten es necesario guardarlos y ordenarlos en una carpeta o archivador.
Cuando el volumen es grande, lo mejor son los archivadores, ya que nos permite clasificar todos los documentos en un mismo sitio y sacarlos y volverlos a guardar fácilmente. Existen diferentes tipos, con diferentes estilos de cierre, numero de anillas, etc. Sin embargo, todos ellos son igualmente utilices para guardar y clasificar todo nuestro material de estudio. Por ello hoy os vamos a explicar cómo usar un archivador para organizar vuestros apuntes.
Si tus apuntes no están escritos en hojas perforadas, no te preocupes, ya que podemos usar fundas transparentes para organizarlos e, incluso, hacerle tu mismo los agujeros con una perforadora de papel. De esta forma podrás organizar tus apuntes sin problema alguno.
La organización de los apuntes y demás documentos dentro del archivador debe hacerse pensando en la manera más práctica para el estudiante. De esta forma, podemos colocarlos alfabéticamente o por frecuencia de uso. Cada uno deberá decidir cuál es el sistema que mejor se adapta a sus necesidades para poder organizar los apuntes en un archivador. En cualquier caso, es imprescindible utilizar siempre el mismo método, especialmente si tenemos que utilizar varios archivadores al mismo tiempo, ya que nos será mucho más sencillo.
Para que te sea más fácil diferenciar las distintas asignaturas y utilizar los apuntes, es muy útil utilizar fundas y separadores de colores, que nos ayudarán a localizar la materia que estemos buscando de una manera mucho más rápida y eficaz. Y es que con el uso empezarás a relacionar directamente cada color con cada asignatura. Asimismo, las pestañas que suelen incorporar estas fundas nos permiten escribir el nombre de la materia correspondiente, ya sea directamente o en una pegatina, para poder identificar también las asignaturas.
Por otro lado, siempre es conveniente contar con algunas hojas limpias y fundas transparentes en el archivador. Lo más recomendable es ubicar estos elementos de sobra al final del archivador para tenerlos a mano siempre que sea necesario. Con ello nos aseguramos tener disponible hojas y fundas para seguir archivando nuevos apuntes o documentos que nos proporcionen en clase.
Con todo esto tendrás tus apuntes bien organizados en tus archivadores para que los tengas a mano siempre que lo necesites.