
Uno de los juguetes preferidos son las pizarras para niños. Poder crear sus dibujos en un lienzo mágico y tenerlo al alcance de la mano en cualquier momento, les hace dar rienda suelta a la imaginación. Pero… ¿Es recomendable que los niños tengan una pizarra en su habitación? En este artículo te vamos a dar algunas claves para resolver esta gran duda que tienen los padres.
Puede resultar un juego muy divertido y estimulante, a la par que educativo. Pero hay que tener en cuenta que la tiza desprende polvo, y si la usan a menudo hay que procurar una adecuada ventilación del cuartopara cuidar la salud de los pequeños. Este problema no lo tendríamos con pizarras para pintar con rotuladores.
Hay que acostumbrarse a no esparcir la tiza que haya en el borrador, y limpiar este a menudo (el borrador puede ser un paño seco absorbente). Si el niño tiene algún tipo de alergia, habrá que buscar otro sitio para la pizarra donde él no duerma, como por ejemplo el salón o el cuarto de juegos. También el jardín o patio, siempre que esté cubierto, es una buena opción para ubicar la pizarra. Además existen tizas hipoalergénicas y también se puede recurrir a dibujar sin tizas, con las pizarras blancas en las que se dibuja con rotuladores especiales.
Para comenzar, si no tenemos seguridad del uso que le darán los niños y si tienen algún tipo de alergia, mejor no optar por los vinilos o pizarras adhesivas, pues será más difícil cambiarlos de ubicación si fuera necesario. Actualmente existen pizarras pequeñas en forma de Tablet o las tradicionales con trípode o patas plegables.
Una de las ventajas es que no tendremos que gastar miles de folios para que los niños creen sus dibujos y sus primeros garabatos. Pero hay que tener cuidado con los más pequeños, puesto que es peligroso que se metan la tiza en la boca. Siempre deberá haber un adulto supervisando su actividad. También debemos tener precaución de que tizas o rotuladores no acaben impresos en otros lugares fuera de la pizarra, a no ser que queramos una pared con grafitis infantiles…
Los beneficios del dibujo para los niños son múltiples: desarrollan el cerebro, la psicomotricidad, es una actividad divertida, les relaja, les da autoestima, les enseña a comunicarse mejor y desarrolla su faceta creativa. Por eso creemos que poner una pizarra en la habitación infantil puede no ser la mejor opción para todos los hogares, pero es una posibilidad muy interesante que convierte cualquier rincón de la casa en un rincón para artistas, y que ayuda al niño a mejorar, divertirse y educarse de manera activa. ¿Qué os parecen a vosotros? ¿Os gustaría tener una pizarra para niños en casa? ¿Dónde la pondríais?