Ya comentábamos en un post anterior la importancia de colocar bien la mochila escolar para evitar dolores de espalda en los niños. Sin embargo, ¿qué tipo de mochila es mejor para nuestros hijos? Y es que cada clase de mochila responderá a unas necesidades concretas y será adecuada para un niño u otro.
Ya sea la clásica mochila con asas, las mochilas escolares infantiles con ruedas o incluso las de bandolera, existen muchos modelos de mochilas para niños entre los que elegir y muchas veces no estamos seguros de cuál será el más adecuado para nuestros hijos.
Las mochilas escolares clásicas, con dos asas son, probablemente las más útiles, si bien hay que saber cómo elegirlas. Así, es imprescindible que la mochila no sea más grande que la espalda del niño, por lo que el tipo de mochila dependerá de la edad y altura de nuestros hijos. Asimismo, las mejores mochilas son aquellas que cuentan con fijación adicional en la cintura y el pecho, ya que distribuyen mejor el peso y ayuda a mejorar la posición y postura de la espalda. Por otro lado hay que buscar siempre mochilas que cuenten con refuerzo y acolchado tanto en la parte de la espalda como en las asas, para evitar golpes y mejorar la comodidad. Igualmente, las asas deberían ser ajustables y anchas, con el fin de contribuir a repartir mejor el peso de la mochila.
Otra buena opción son las mochilas escolares con ruedas para niños. Al no tener que cargarlas a la espalda suponen un importante alivio para la espalda de los más pequeños. Sin embargo, este tipo de mochilas también tiene ciertos problemas. Y es que en muchos colegios y cuando los niños van a cursos un poco más avanzados, es normal que tengan que subir escaleras para ir a clase. Así, los niños tendrán que cargar con el peso de la mochila en ese tramo. En este sentido, la elección de este tipo de mochilas dependerá del trayecto que tiene que hacer el niño con la misma durante todo el día.
No obstante, existen algunas mochilas escolares que son adaptables a carro, por lo que podrás utilizar un tipo de mochila u otra en función de las necesidades especificas de cada día. De esta forma se podrá utilizar la mochila clásica si tiene que subir escaleras y si no, podrá adaptarla y ponerla sobre el carro para llevarla mejor.
Por último, las mochilas bandoleras no son la mejor opción, ya que estas obligan a cargar todo el peso sobre uno sólo de los hombros, produciendo también dolores de espalda. Este tipo de mochilas deben limitarse únicamente a aquellas actividades en las que no hay que cargar mucho peso, como excursiones en las que solo hay que meter comida y poco más.