
Si sois unos fanáticos de las manualidades con fieltro, material reciclado, papel maché, cartulina o cualquier otro tipo de material, ¡necesitáis un taller de manualidades! Por ello, hoy os vamos a explicar qué necesitáis para crearlo.
Lo primero de todo sería realizar un inventario de que materiales tenemos. A medida que vamos haciendo manualidades vamos acumulando más y más herramientas y materiales distintos. Por tanto, cuando te dispongas a crear tu propio taller es el momento idóneo para coger papel y boli y apuntar todo lo que tengas. Cuando la lista ya está elaborada, es el momento de comprar las herramientas que te falten y organizar y ordenarlo todo.
Antes de ponernos a almacenar y organizar las cosas, debemos definir bien el espacio de nuestro taller. Necesitamos una mesa grande, una silla cómoda y una buena lámpara, ya que una iluminación óptima es fundamental. Además, contar con alguna estantería o armario también sería un punto a nuestro favor. De todos modos, aunque contemos con estos elementos, necesitaremos diversas herramientas de almacenaje.
¡Llega el momento de organizar! Es el punto más importante para que nuestro taller sea funcional y se mantenga ordenado. Necesitaremos, primero de todo, organizadores de sobremesa para colocar las herramientas y materiales que más utilicemos. Además, hay que tener en cuenta a la hora de elegirlos que necesitaremos organizadores de sobremesa grandes y con varios departamentos.
Además, también deberemos guardar las cosas que menos utilicemos y tendremos que almacenar multitud de materiales. Para ello, es fundamental hacernos con algún tipo de elemento de almacenaje, como por ejemplo, un archivador de cubos o un fichero de cajones.
Por último, es importante destacar también que podemos hacer para guardar los materiales más pequeños para tenerlos ubicados y evitar el riesgo de perderlos. Una solución maravillosa es almacenarlos en un cajón organizador de cápsulas. De todos modos, si contamos con otro tipo de cajón organizador o con un fichero de cajones, también podemos guardarlos en ellos habiéndolos clasificado previamente en hueveras. Este elemento cotidiano es ideal, ya que nos permite colocar un tipo de material distinto en cada hueco que tiene para un huevo. De todos modos, si ninguna de las dos opciones os convencen, también podéis guardarlos en botes o cubiletes portalápices, otro elemento fundamental para cualquier taller de manualidades que se precie.